Blog de psicología 

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Octubre 2024

El Poder del Diálogo Interno Positivo: Clave para el Bienestar Emocional

El diálogo interno es la conversación constante que mantenemos con nosotros mismos, y aunque a menudo pasa desapercibido, su influencia en nuestra salud mental es enorme. Si esta voz interna es negativa, puede afectar nuestra autoestima, aumentar el estrés y dificultar nuestra capacidad para enfrentar desafíos. En cambio, cultivar un diálogo interno positivo mejora nuestra autoconfianza, resiliencia y bienestar emocional. Este diálogo interno consiste en nuestras creencias y pensamientos sobre nosotros mismos y las situaciones que enfrentamos. No es neutral: puede ser negativo, neutro o positivo, y según su naturaleza, afecta nuestras emociones y conductas.

Cuando el diálogo interno es negativo, puede tener consecuencias profundas. Una de ellas es la baja autoestima, ya que la autocrítica constante nos hace sentir insuficientes o incapaces. Además, este tipo de pensamiento incrementa los niveles de estrés al anticipar lo peor en cada situación, lo que nos lleva a un estado de alerta constante. Incluso, el autosabotaje es común: nos convencemos de que no podemos lograr algo y abandonamos antes de siquiera intentarlo, limitando nuestro desarrollo personal y profesional.

Por el contrario, el diálogo interno positivo ofrece muchos beneficios. En primer lugar, refuerza nuestra autoestima al centrarse en lo que hacemos bien y en nuestras capacidades. Frases como "Estoy haciendo lo mejor que puedo" o "Puedo mejorar con el tiempo" nos ayudan a vernos de manera más realista y constructiva. También nos volvemos más resilientes, ya que nos permite enfrentar las dificultades con una mentalidad de crecimiento, aprendiendo de los errores en lugar de dejarnos derrotar por ellos. Además, al ser más amables con nosotros mismos, reducimos el estrés, ya que un enfoque optimista y compasivo disminuye las emociones negativas.

Fomentar un diálogo interno positivo requiere práctica. El primer paso es identificar y desafiar los pensamientos negativos, siendo conscientes de cuándo nos criticamos injustamente. Luego, podemos aplicar la reformulación cognitiva, que consiste en cambiar esos pensamientos negativos por otros más equilibrados, como convertir "Nunca podré hacer esto" en "Esto es difícil, pero puedo intentarlo". Practicar la autocompasión también es esencial: en lugar de ser duros con nosotros mismos, debemos tratarnos con la misma amabilidad que le daríamos a un amigo. El mindfulness o atención plena nos ayuda a observar nuestros pensamientos sin juzgarlos, lo que nos permite distanciarnos de los pensamientos negativos y no dejarnos arrastrar por ellos.

Es importante aclarar que el diálogo interno positivo no es un autoengaño ni significa ignorar los problemas. Se trata de adoptar una perspectiva más equilibrada, en la que reconozcamos las dificultades, pero también nuestras capacidades para superarlas. Este tipo de pensamiento está basado en la realidad, pero busca motivarnos y hacernos más fuertes frente a los retos. En conclusión, cultivar un diálogo interno positivo es una herramienta poderosa para mejorar nuestra salud mental y emocional. Aunque requiere esfuerzo y práctica, los beneficios son, ya que nos ayuda a vivir enormemente con más confianza, resiliencia y bienestar.

Laura García Gálvez 

Septiembre 2024

Como volver a la rutina de forma más saludable 

Volver a la rutina después de las vacaciones puede ser un desafío. El cambio de ritmo y las responsabilidades pueden generar estrés, ansiedad o incluso tristeza, un fenómeno conocido como "síndrome postvacacional". Afortunadamente, hay estrategias que puedes seguir para hacer esta transición más llevadera y mantener tu bienestar.

Primero, es importante aceptar que es normal sentirse un poco desbordado al principio. No te exijas estar al 100% desde el primer día; tu cuerpo y mente necesitan tiempo para adaptarse. Si puedes, planifica tu regreso de manera gradual, evitando retomar todas tus responsabilidades de golpe. Tomarte un par de días para organizar tu espacio y mentalizarte puede hacer una gran diferencia.

Aprovecha esta vuelta a la rutina para establecer nuevas metas y rutinas que te motiven. Las vacaciones pueden darte una nueva perspectiva sobre lo que realmente valoras en tu vida diaria, así que este es un buen momento para hacer ajustes. Mantener una buena alimentación, hacer ejercicio regularmente y practicar actividades relajantes como el yoga o la meditación también te ayudará a reducir el estrés.

No olvides mantener un equilibrio entre el trabajo y el ocio. Es fácil sumergirse en las obligaciones, pero reservar tiempo para hacer cosas que disfrutes es clave para tu bienestar. Organiza tu tiempo de manera eficiente, priorizando tareas y evitando sobrecargarte.

Mantén la conexión con el entorno positivo que viviste durante las vacaciones. Las experiencias agradables y las personas que conociste no tienen que quedarse en el pasado. Integra esos momentos de disfrute en tu rutina, aunque sea en pequeñas dosis.

Practicar la gratitud también es una herramienta poderosa. Agradecer lo que has vivido durante las vacaciones y lo que tienes en el presente te ayudará a mantener una actitud positiva. Si sientes que la vuelta a la rutina te está superando, no dudes en buscar apoyo, ya sea hablando con amigos, familiares o un profesional.

Recuerda que las vacaciones no son la única oportunidad para disfrutar. Los pequeños momentos de placer en tu día a día pueden ser igual de gratificantes. El bienestar se construye en cómo eliges vivir cada momento, no solo en las escapadas ocasionales.

Volver a la rutina puede ser un desafío, pero con un enfoque consciente y saludable, puedes transformar esta transición en una oportunidad para mejorar tu bienestar general. Mantén el equilibrio y recuerda disfrutar también del día a día.

Laura García Gálvez 

Agosto 2024

La importancia de la inteligencia emocional 

La inteligencia emocional (IE) es la capacidad de reconocer, entender y manejar nuestras propias emociones, así como reconocer, entender e influir en las emociones de los demás. Según Daniel Goleman, la IE se compone de cinco elementos clave: autoconciencia, autorregulación, motivación, empatía y habilidades sociales.

En nuestra vida personal, la IE mejora nuestras relaciones, aumenta nuestro bienestar emocional y nos ayuda a manejar el estrés. En el ámbito laboral, contribuye a un mejor liderazgo, aumenta la productividad y fomenta un ambiente de trabajo positivo. En la educación, la IE mejora el rendimiento académico y crea un entorno escolar saludable.

Desarrollar la IE comienza con la autoconciencia, que se puede mejorar mediante la reflexión personal y la meditación. La autorregulación se logra a través de técnicas de manejo del estrés y el desarrollo de una mentalidad positiva. La motivación se potencia estableciendo metas claras y significativas. La empatía se cultiva practicando la escucha activa y poniéndose en el lugar de los demás. Finalmente, las habilidades sociales se mejoran mediante la comunicación asertiva y la resolución de conflictos.

Numerosos estudios respaldan la importancia de la IE. Por ejemplo, investigaciones han demostrado que los líderes con alta IE tienen equipos más satisfechos y productivos. Además, individuos con alta IE tienden a tener relaciones más saludables y menos conflictos interpersonales.

En resumen, la inteligencia emocional es crucial para el éxito y el bienestar en todos los aspectos de la vida. Reflexiona sobre tu propia IE y toma medidas para desarrollarla. Libros como "Inteligencia Emocional" de Daniel Goleman y cursos online pueden ser recursos valiosos en este viaje.

Ejercicio práctico:

Encuentra un Momento Tranquilo:

  • Busca un momento del día en el que puedas estar solo y sin interrupciones. Puede ser al final del día o en algún momento tranquilo de la mañana.

Reflexiona sobre tu Día:

  • Piensa en los eventos que ocurrieron durante el día y cómo te sentiste en diferentes momentos. Intenta recordar detalles específicos sobre las situaciones que te provocaron emociones significativas.

Escribe tus Emociones:

  • En tu cuaderno o aplicación, anota las emociones que experimentaste. Utiliza un formato simple como:
    • Evento: Describe brevemente lo que sucedió.
    • Emoción: Nombra la emoción que sentiste (ej., alegría, tristeza, frustración, enojo, etc.).
    • Intensidad: Califica la intensidad de la emoción en una escala del 1 al 10.
    • Respuesta: Escribe cómo reaccionaste ante esa emoción.

Analiza tus Respuestas:

  • Reflexiona sobre si tu respuesta fue adecuada o si podrías haber manejado la situación de una manera más saludable. Pregúntate:
    • ¿Por qué reaccioné de esa manera?
    • ¿Qué podría haber hecho diferente?
    • ¿Cómo puedo manejar mejor esta emoción la próxima vez?

Plan de Acción:

  • Basado en tu análisis, escribe un pequeño plan de acción para manejar mejor situaciones similares en el futuro. Por ejemplo, si te diste cuenta de que te enojas fácilmente en el tráfico, podrías planificar salir con más tiempo para evitar el estrés.

Revisión Semanal:

  • Al final de cada semana, revisa tus entradas diarias. Busca patrones en tus emociones y respuestas. Esta revisión te ayudará a identificar áreas donde has mejorado y áreas que aún necesitan trabajo.

Laura García Gálvez 

Julio 2024

El poder del agradecimiento

El agradecimiento es una de las emociones más poderosas que podemos experimentar. Más que una simple cortesía o una respuesta automática, el agradecimiento es una práctica que puede transformar nuestras vidas y nuestras relaciones. En un mundo que a menudo se enfoca en lo que falta o en lo que no está bien, cultivar el agradecimiento nos permite reconocer y valorar lo que tenemos, fortaleciendo nuestro bienestar emocional y nuestra conexión con los demás.

El acto de agradecer va más allá de las palabras. Se trata de una actitud de vida que nos invita a enfocarnos en lo positivo y a apreciar las bendiciones, grandes y pequeñas, que nos rodean. Según el psicólogo Martin Seligman, uno de los fundadores de la psicología positiva, "cuando nos detenemos a notar las cosas buenas que ya tenemos, en lugar de preocuparnos por lo que nos falta, aumentamos nuestra felicidad y satisfacción con la vida" .

El agradecimiento también tiene el poder de fortalecer nuestras relaciones. Cuando expresamos nuestra gratitud hacia los demás, reconocemos su valor y el impacto positivo que tienen en nuestras vidas. Esto no solo mejora nuestra relación con esas personas, sino que también fomenta un ambiente de reciprocidad y aprecio mutuo. El psicólogo Robert Emmons, conocido por sus investigaciones sobre el agradecimiento, afirma: "La gratitud fortalece las relaciones, mejora la salud y reduce la ansiedad y la depresión" .

Además, el agradecimiento nos ayuda a vivir en el presente. En lugar de preocuparnos por el futuro o lamentarnos por el pasado, nos centramos en el aquí y ahora. Esta práctica mindfulness nos permite disfrutar más de los momentos cotidianos y encontrar alegría en lo ordinario. Al estar presentes, nos volvemos más conscientes de las oportunidades y experiencias que se nos presentan cada día, aumentando nuestra capacidad de disfrute y satisfacción.

Incorporar el agradecimiento en nuestra vida diaria no requiere grandes esfuerzos, pero sí consistencia. Una forma efectiva de hacerlo es llevar un diario de gratitud. Cada día, dedica unos minutos a escribir tres cosas por las que te sientes agradecido. Pueden ser eventos significativos, como una promoción en el trabajo, o cosas simples, como una conversación agradable o un día soleado. Esta práctica nos ayuda a mantenernos enfocados en lo positivo y a cultivar una actitud de gratitud constante. Según el psicólogo Shawn Achor, "el acto de escribir tres cosas por las que estamos agradecidos cada día puede aumentar nuestro nivel de optimismo y mejorar nuestra calidad de vida" .

Otra manera de practicar el agradecimiento es expresarlo directamente a las personas que nos rodean. Tomarnos el tiempo para agradecer a nuestros amigos, familiares y colegas por su apoyo y amabilidad fortalece nuestras conexiones y nos recuerda que no estamos solos. Las cartas de agradecimiento también son una herramienta poderosa: escribir una carta a alguien que ha tenido un impacto positivo en nuestra vida no solo le alegrará el día, sino que también nos hará sentir más conectados y agradecidos.

Finalmente, el agradecimiento hacia nosotros mismos es igualmente importante. Reconocer nuestros propios logros, cualidades y esfuerzos nos ayuda a construir una autoestima saludable y a mantener una actitud positiva hacia la vida. Agradecernos por los pasos que damos, por los retos que enfrentamos y por el crecimiento que experimentamos es una forma de autoamor y autocuidado. Carl Rogers, uno de los psicólogos más influyentes del siglo XX, dijo: "La buena vida es un proceso, no un estado del ser. Es una dirección, no un destino" . Parte de ese proceso incluye reconocer y agradecer nuestros propios esfuerzos y progresos.

El agradecimiento es una práctica simple pero poderosa que tiene el potencial de transformar nuestra vida y nuestras relaciones. Al enfocarnos en lo positivo, fortalecer nuestras conexiones y vivir en el presente, podemos encontrar más alegría y satisfacción en nuestro día a día. Así que, la próxima vez que te encuentres en una situación difícil o desafiante, toma un momento para detenerte y pensar en algo por lo que puedas estar agradecido. Puede que descubras que, incluso en medio de la adversidad, siempre hay algo que merece nuestro aprecio.

Laura García Gálvez 

Junio 2024

La Operación Bikini: Problemas y Soluciones para un Enfoque Saludable

Con la llegada del verano, muchas personas sienten la presión de alcanzar un físico ideal para lucir bien en traje de baño, fenómeno conocido como "operación bikini". Este concepto se refiere a la adopción de dietas estrictas y rutinas de ejercicio intensivo en los meses previos a la temporada de playa. Aunque puede parecer una motivación saludable para mejorar el estado físico, a menudo se traduce en problemas significativos tanto para la salud mental como física. 

Las consecuencias psicológicas de la operación bikini son profundas y multifacéticas. La obsesión por alcanzar un cuerpo "perfecto" puede resultar en altos niveles de estrés y ansiedad. La constante presión por cumplir con estándares inalcanzables de belleza genera un estado de angustia continua, donde la autoexigencia y el miedo al fracaso predominan. Esta presión no solo afecta la salud emocional, sino que también puede deteriorar las relaciones personales y el desempeño en diversas áreas de la vida, como el trabajo y los estudios, debido a la constante preocupación por el peso y la apariencia.

Además, el esfuerzo extremo por cambiar el cuerpo a menudo conduce a una baja autoestima y una autopercepción negativa. Las personas pueden desarrollar una imagen corporal distorsionada, donde nunca se sienten lo suficientemente delgadas o en forma, independientemente de cuánto peso pierdan. Esta insatisfacción crónica con el propio cuerpo puede desembocar en problemas más serios como la depresión y otros trastornos de salud mental. La sensación de no cumplir con los estándares sociales de belleza puede generar sentimientos de inutilidad y desesperanza, erosionando el bienestar emocional y mental.

En lugar de centrarse en soluciones rápidas y poco saludables, es crucial adoptar un enfoque equilibrado y sostenible hacia la salud y el bienestar. Establecer objetivos realistas y alcanzables, seguir una nutrición equilibrada y disfrutar de una actividad física moderada y agradable son estrategias más efectivas y saludables. Promover la autoaceptación y el amor propio ayuda a reducir la presión por alcanzar un ideal irreal, recordándonos que la belleza viene en todas las formas y tamaños y que el verdadero bienestar se mide en salud física y mental, no en la apariencia exterior. Adoptar estos principios no solo mejora la salud a largo plazo, sino que también fomenta una relación más positiva y compasiva con uno mismo.

Laura García Gálvez 

Mayo 2024

La importancia del propósito vital en la sociedad contemporánea

En la vorágine de la vida moderna, donde el tiempo parece ser el recurso más escaso y preciado, ¿Cuántos de nosotros nos detenemos a reflexionar sobre nuestro propósito vital? Damon (Weber et al., 2022) nos ofrece una definición esclarecedora al respecto: el propósito vital se revela como un deseo arraigado de lograr algo significativo con implicaciones más allá del individuo. Pero, ¿cómo impacta este propósito vital en nuestra vida diaria?

Hedberg et al. (2021) amplían esta noción al afirmar que el propósito vital no solo nos guía en la búsqueda de identidad, sino que también establece metas importantes y fomenta conexiones significativas con otros y con el entorno. En este sentido, es el faro que ilumina nuestro camino, dándonos dirección y significado.

Sin embargo, según Sevilla (2018), el ajetreo constante de la sociedad actual está provocando que muchas personas pierdan la capacidad de desarrollar de manera reflexiva y responsable su propósito vital. La falta de reflexión, la pérdida de enfoque y la disminución del pensamiento crítico, la duda y la confrontación en la vida diaria son solo algunos de los factores que contribuyen a esta pérdida de conexión con nuestro sentido más profundo.

El autor sugiere que el término "zona de confort", utilizado en psicología para describir la resistencia al cambio, se transforma en lo que él llama "sedación de sentido". Esta sedación implica una especie de anestesia existencial, donde las personas eligen no cuestionar su forma de vida ni explorar nuevas posibilidades. Como resultado, nos encontramos atrapados en una rutina monótona que nos impide crecer y desarrollarnos plenamente.

Es crucial reconocer que esta "sedación de sentido" nos impide explorar y desarrollar plenamente nuestro propósito vital. Evitar los desafíos que podrían conducir al crecimiento personal y al descubrimiento de nuestro verdadero propósito solo nos lleva a una existencia vacía y sin sentido.

En conclusión, es fundamental que nos tomemos el tiempo para reflexionar sobre nuestro propósito vital y cultivarlo de manera activa en nuestra vida diaria. Solo así podremos vivir una vida plena y significativa, donde cada acción esté alineada con nuestros valores más profundos y contribuya al bienestar de nosotros mismos y de los demás.

Laura García Gálvez 

Abril 2024

Descifrando el Poder de Sentirse Bien Consigo Mismo en el Mundo Moderno

¿Alguna vez te has preguntado por qué es tan importante sentirte bien contigo mismo? Bueno, resulta que la autoestima es como una armadura para tu mente, según nos enseña Branden (1995). No se trata solo de lo que piensas de ti mismo, sino de cómo te protege y te ayuda a enfrentar los desafíos de la vida.

En la vorágine de la vida moderna, con su ritmo frenético y la sobrecarga de información, es fácil sentirse frustrado. A menudo perseguimos metas que parecen inalcanzables, lo que nos lleva a lo que algunos llaman la "fatiga de ser uno mismo". ¿Qué significa esto? Básicamente, que la presión por cumplir con ciertos estándares choca con nuestra realidad diaria, dejándonos agotados emocionalmente.

Pero eso no es todo. También hay etiquetas sociales que pueden hacernos sentir menos valiosos, ya sea por nuestra orientación sexual, género, apariencia física o etnia. Estas etiquetas pueden hacer que internalicemos ciertos estereotipos y, como resultado, nuestra autoestima puede sufrir un golpe.

Para entenderlo mejor, pensemos en cómo funciona este proceso: primero, somos conscientes de los estereotipos que existen; luego, algunos de nosotros terminamos aceptándolos, incluso aplicándolos a nosotros mismos. Esto, a su vez, puede afectar nuestra autoestima.

En resumen, sentirse bien consigo mismo es crucial para enfrentar los desafíos de la vida. Sin embargo, en un mundo lleno de presiones y etiquetas, mantener una autoestima saludable puede ser todo un desafío. Es importante reconocer estas presiones y trabajar en fortalecer nuestra confianza en nosotros mismos, recordando que nuestra valía va mucho más allá de lo que dicen las expectativas sociales.

Laura García Gálvez 

Marzo 2024

Explorando los Tres Niveles de Autoestima: ¿Cómo nos Sentimos Realmente?

¿Alguna vez te has preguntado cómo te sientes realmente contigo mismo? La autoestima es como un espejo que refleja nuestra percepción de nosotros mismos, y según Branden (2010), podemos dividirla en tres niveles distintos: elevada, baja e intermedia. Cada uno de estos niveles tiene un impacto único en nuestra vida diaria y en cómo enfrentamos los desafíos que se nos presentan.

1. Autoestima Elevada: En este nivel, nos sentimos como superhéroes de la vida cotidiana. Nos vemos como competentes, valiosos y capaces de enfrentar cualquier desafío. Esta sensación de valía personal nos llena de confianza y nos permite abordar situaciones difíciles con una actitud positiva y resiliente.

2. Autoestima Baja: Aquí es donde nos sentimos más como el lado oscuro de la fuerza. Experimentamos una sensación de incapacidad, ineptitud y falta de valía personal. Esto puede hacer que enfrentemos dificultades en nuestras vidas diarias, generando inseguridad y una voz crítica constante en nuestra mente.

3. Autoestima Intermedia: Este nivel es como un viaje en montaña rusa emocional. A veces nos sentimos seguros y capaces en algunas áreas de nuestra vida, pero en otras ocasiones dudamos de nuestras propias habilidades. Esta inconsistencia en cómo nos vemos a nosotros mismos puede llevarnos a comportarnos de manera incoherente o a tener altibajos en nuestra confianza dependiendo del día.

Branden (2010) nos enseña que la autoestima no es algo estático; puede cambiar y evolucionar a lo largo del tiempo. Sin embargo, los niveles más altos suelen estar asociados con una mayor satisfacción personal y una capacidad más fuerte para enfrentar los retos que se nos presentan en la vida.

Entonces, ¿cómo podemos saber en qué nivel estamos? Aquí hay algunas señales que nos pueden ayudar:

Manifestaciones de una Autoestima Elevada:
- Disfrutamos de la vida y mostramos alegría en nuestra forma de hablar y movernos.
- Hablamos de nuestros logros y defectos de manera natural, sin exagerar ni minimizar ninguno de ellos.
- Nos sentimos cómodos recibiendo elogios y también al reconocer nuestros errores.
- Somos coherentes entre lo que decimos y lo que hacemos, mostrando autenticidad en nuestras acciones.
- Estamos abiertos a nuevas experiencias y oportunidades de aprendizaje.
- Aunque podemos sentirnos inseguros en momentos, no dejamos que eso nos detenga.

Manifestaciones de una Autoestima Baja:
- Experimentamos sentimientos de incapacidad y falta de valía.
- Tenemos dificultades para relacionarnos con los demás.
- Nuestro rendimiento en el trabajo o en la escuela puede ser bajo.
- Evitamos nuevos retos y oportunidades de crecimiento por temor al fracaso.
- Podemos recurrir a ciertas adicciones como una forma de lidiar con nuestra baja autovaloración.
- Nos resulta difícil recibir críticas o elogios.

Reflexionar sobre cómo nos sentimos con nosotros mismos y en qué nivel de autoestima nos encontramos puede ser el primer paso para cultivar una mayor confianza y bienestar en nuestras vidas. Recuerda, la autoestima puede cambiar y evolucionar, ¡así que siempre hay espacio para crecer y mejorar!

Laura García Gálvez 

Febrero 2024

Descubre los Pasos para Construir una Autoestima Fuerte

La autoestima es como el cimiento de un edificio: si está sólido, todo lo que construyamos sobre él será resistente y duradero. Pero, ¿Cómo construimos una autoestima fuerte y saludable? ¡Aquí te lo cuento!

Rodríguez-Estrada y su equipo (1988) nos presentan lo que ellos llaman "la escalera de la autoestima", una serie de pasos esenciales para fortalecer nuestra confianza y amor propio.

1. Autoconocimiento: Este paso implica mirarnos profundamente y comprender cada parte de nuestra identidad. Significa reconocer nuestras emociones, pensamientos, valores, fortalezas y debilidades.

2. Autoconcepto: ¿Qué pensamos realmente de nosotros mismos? Este paso implica examinar las creencias que tenemos sobre quiénes somos y cómo nos relacionamos con el mundo. Estas creencias moldean nuestra autoimagen y la percepción de nuestras propias capacidades.

3. Autovaloración: Aquí evaluamos qué aspectos de nosotros mismos consideramos positivos o negativos. Es importante reconocer nuestras cualidades positivas y aceptar las áreas en las que necesitamos mejorar.

4. Autoaceptación: ¿Podemos aceptarnos tal como somos, con todas nuestras virtudes y defectos? Este paso implica aprender a aceptar y reconocer cada aspecto de nuestra identidad sin juicios ni críticas.

5. Autorrespeto: Finalmente, este paso implica valorar nuestras necesidades, establecer límites saludables y respetar nuestras propias decisiones y emociones. Se trata de cuidarnos a nosotros mismos y ser auténticos en nuestra relación con nosotros mismos.

Estos pasos son cruciales para construir una autoestima sólida y resistente. Para desarrollar una autoestima elevada, es importante avanzar a través de cada uno de estos escalones, cultivando el autoconocimiento, la responsabilidad personal, la definición de nuestros valores, el desarrollo de habilidades y, sobre todo, la aceptación y el amor hacia nosotros mismos.

Así que ya lo sabes, ¡pon un pie delante del otro y comienza a subir la escalera hacia una autoestima más fuerte y saludable! Con cada paso que des, estarás construyendo un futuro más brillante y más seguro para ti mismo.

Laura García Gálvez 

Enero 2024

Los Primeros Pasos en la Construcción de la Autoestima: Desde la Infancia hasta la Edad Adulta

¿Alguna vez te has detenido a pensar en cómo se forma nuestra autoestima desde que somos pequeños? Towers (2018) nos lleva a un viaje fascinante que comienza incluso antes de nacer. Desde los primeros momentos de nuestra vida, la familia y las figuras primarias que nos rodean depositan ciertas expectativas, etiquetas o proyecciones sobre nosotros, que pueden influir en nuestra identidad y en cómo nos relacionamos con el mundo.

Estas expectativas, a menudo influenciadas por los miedos o inseguridades de los adultos, pueden moldear nuestras experiencias y la forma en que nos comportamos a lo largo de nuestra vida. 

La construcción de la autoestima, según Polaino-Lorente (2004), se origina en las experiencias, estereotipos culturales y evaluaciones que recibimos de personas significativas a lo largo de nuestra vida. Brites de Vila y Jenichen (2022) señalan que, en la infancia, satisfacer tres necesidades fundamentales es crucial para desarrollar una autoestima saludable: autoafirmación, admiración y el sentimiento de pertenencia.

Tanto la autoafirmación como la admiración son fundamentales para cultivar ambiciones e ideales desde una edad temprana. A lo largo de las etapas de desarrollo, la habilidad de gestionar la disparidad entre nuestros ideales y nuestras limitaciones determina en gran medida la construcción de nuestra autoestima.

Rodríguez-Estrada et al. (1988) describen lo que llaman "la escalera de la autoestima", compuesta por varios pasos que debemos superar para desarrollar una autoestima saludable, que incluye el autoconocimiento, el autoconcepto, la autovaloración, la autoaceptación y el autorrespeto.

Estos pasos nos guían en nuestro viaje hacia una autoestima fuerte y saludable, permitiéndonos aceptarnos a nosotros mismos y valorarnos como merecemos. Es un viaje que comienza desde la infancia y continúa a lo largo de toda nuestra vida, moldeando quiénes somos y cómo nos vemos a nosotros mismos en el mundo.


Laura García Gálvez 

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Laura García Gálvez

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